El sector hacia su upgrade 3.0

En la carrera hacia el futuro, el sector asegurador está mudando su armadura tradicional por un traje a la medida de la innovación. Estamos saliendo de la era de los partes polvorientos, formularios a rellenar, infinidad de procesos manuales fragmentados, etc, etc, para adentrarnos en la nube y la inteligencia artificial, donde los datos fluyen como la electricidad y las decisiones se toman a toda velocidad. En este “cocktail” de innovación y tecnología encontramos diversos ingredientes…

Así, la nube se está convirtiendo poco a poco en esa alternativa para las aseguradoras que proporciona flexibilidad y agilidad. Como un malabarista con una pelota extra, las compañías gestionan recursos y datos sin temor a caídas, porque la nube es su red de seguridad extra. Reduce complejidad en la escalabilidad y la gestión, permitiendo que las organizaciones se enfoquen en lo que realmente importa: crecer.

La IA, mientras tanto, es ese gigante dormido que ha despertado y que a pesar de todas las incógnitas transformará la realidad tal y como la conocemos. En los seguros ya está modificando de manera sustancial la suscripción y gestión de los siniestros; también en la generación de contenidos, por citar algunos ejemplos. La operativa del back-office y la hiper-personalización en la relación con el cliente caen también de lleno en el ámbito de impacto. El campo que se abre no dejará ninguna función ni área fuera de alcance en los tres aspectos principales dentro de la IA: texto/datos/código.

Estrechamente relacionado con lo anterior, en el lado de la automatización de procesos, las aseguradoras que antes se tambaleaban bajo el peso de las tareas manuales ahora aspiran a “volar” por el espacio digital con la gracia de un gimnasta olímpico. Desde suscribir pólizas hasta atender siniestros, la automatización hace que el trabajo manual se vaya reduciendo a pasos agigantados. No solo hablamos de velocidad y eficiencia, sino también de liberar a las personas de tareas tediosas de nulo valor añadido.

¿Y qué sucede cuando los sistemas “no se llevan bien”? Aquí es donde entra el concepto de interoperabilidad, el arte de hacer que diferentes sistemas se traten como viejos amigos. En el mundo IT ideal, los sistemas no solo se dan la mano, sino que también “bailan” juntos el tango, permitiendo la interacción ágil con sistemas internos pero también con los cada vez más importantes partners externos.

La innovación en el lanzamiento de productos también es protagonista en estos días. Seguros embebidos, modelos pay-as-you-drive, paramétricos, on-demand, cyber, etc, son algunos ejemplos de soluciones que rompen esquemas tradicionales y buscan satisfacer a un cliente con necesidades cada vez más sofisticadas en un contexto nuevo y fluido.

Por último, los nuevos canales de distribución están redibujando el mapa de cómo los clientes interactúan con sus aseguradoras. La digitalización ha abierto puertas a plataformas en línea y aplicaciones móviles, donde adquirir un seguro es tan sencillo como deslizar el dedo por la pantalla del móvil. Estos canales no solo ofrecen comodidad, sino que llegan a muchos más sitios en el momento adecuado, aumentando de manera exponencial la capacidad de “pegada” de las compañías.

Si alguna vez pensaste que el sector asegurador era poco estimulante y algo aburrido, quizá es hora de cambiar esa visión. El tren del cambio tecnológico no espera a nadie, tampoco a las aseguradoras, y los que se suban a él estarán mejor equipados para liderar el camino hacia un futuro donde lo único predecible es el cambio constante.