En un mundo que cambia rápidamente, la tecnología es un medio ineludible en cualquier sector de actividad, pero nunca es un fin en sí misma. Cuando la tecnología no evoluciona para acompañar el cambio en el contexto del negocio, en particular en la industria aseguradora, el tiempo puede dictar que se convierta en un fin, por la criticidad que los riesgos operativos, no tratados en el momento adecuado, pueden representar.
Cuando aplazamos la modernización tecnológica por la potencial complejidad, impactos e inversión que puede representar en un futuro inmediato, estamos poniendo en peligro el crecimiento y la innovación en el negocio a más largo plazo. Pero más que una amenaza, la modernización tecnológica es una oportunidad.
Es una oportunidad para simplificar, racionalizar y mitigar los riesgos. Es una oportunidad para establecer nuevas prácticas y mejores instrumentos para responder a los retos de la digitalización de la compañía de seguros. Es una oportunidad para renovar equipos y talento, combinando experiencia e innovación.
Y esa oportunidad trae beneficios tangibles e intangibles.
Dentro de los beneficios tangibles, que pueden ir desde la mejora y la eficiencia operativa hasta la experiencia del cliente, destaco esto último por considerar que es un imperativo. Los clientes son los más beneficiados (y entusiastas) por todo lo que la evolución tecnológica puede traer, desde tener información a la distancia de un clic hasta la contratación y obtención de protección sin necesitar salir de casa o en una experiencia integrada con otras compras de bienes y servicios.
Entramos así en los beneficios intangibles, en los que la reputación de una compañía, su imagen como socio innovador, presente y colaborativo, anticipando las necesidades de los clientes y proporcionando una experiencia cómoda y de confianza, puede hacer toda la diferencia, relegando al segundo plano el criterio precio.
La retención de los clientes, por un servicio de excelencia en la rapidez, la comunicación y las respuestas que la transformación tecnológica permite ofrecer, es también uno de los beneficios que hay que destacar.
La retención de los clientes, por un servicio de excelencia en la rapidez, la comunicación y las respuestas que la transformación tecnológica permite ofrecer, es también uno de los beneficios que hay que destacar.
Las compañías de seguros tienen así que apoyarse en sus socios tecnológicos, esperando que se preparen y se anticipen a estos retos.
En Cleva, la modernización es un tema continuo en la línea de la evolución del producto y en la prestación de los servicios, por lo que la larga relación que tiene con todos los clientes permite un enfoque colaborativo en la evolución que cada compañía tiene que hacer, dentro de lo que son sus contextos de inversión, crecimiento, capacidad y arquitectura de IT.
Este es siempre un camino común de las compañías de seguros y de los socios tecnológicos; cuanto más se asocien y colaboren, con menos esfuerzo y más firmeza lo recorrerán.